El paseo de Mery




"El paseo de Mery" Invierno 2010
Óleo sobre tabla/i Formato 81x100 cm.


Dentro de las personas existen cosas que no se ven a primera vista, secretos o misterios que las hacen interesantes y atractivas y por las que uno queda hechizado sin remedio antes de atontarse del todo.
Sus gestos, el tono de voz, las palabras que emplea, todo son pistas que van revelando lo que no se ve.  María era así, una mujer llena de bonitos interrogantes para mi.
No la conocía pero sentía lo contrario.
Los primeros días mientras hablábamos tenía la sensación de estar descubriendo un continente... un lugar en el que hacía calorcito. No me equivocaba porque descubrí  El Lugar, un paraíso en el que crecían flores enormes y los perros jugaban al dominó en los parques de la ciudad.
Aquel viento suave del sur, con la costa de Marruecos recortada contra el cielo del estrecho, la música de Air, que nos mantenía, junto con las hierbas moras, en una especie de limbo físico e interminable placer...   La música y los muchos detalles que a pesar de su sencillez inicial provocaron aquel estado de felicidad  hoy los guardo en el recuerdo de forma clara...  la primera vez que se rozaron nuestras manos... su pelo oscuro y revuelto de aquellos días al sol en los que todo era no hacer nada.
Nuestras fueron las noche y todas aquellas estrellas que hoy continúan brillando Mery.

Ojos verdes infinitos.
Mery es como mil verdes juntos, transparentes y opacos, vivos y pálidos, verdes como los de un bosque en el verano más luminoso o como el verde del mar cantábrico con su millón de reflejos que vibran y cambian al ritmo de quien los mira.

Un día me encontré con todo esto contenido en un pequeño cuerpo de formas suaves y sencillas. Desde aquel mismo momento fui un hombre y nada fue igual porque viví lo mejor que me ha pasado nunca. Esto es la verdad.
Lo que vives lo vives una vez nada más.  Lo vives y pasa. Pero esto es diferente porque nunca termina de pasar. Ni termina ni se apaga ni se hace pequeña la luz...  Siento que cada día es aquel día y por ello me siento feliz a tu lado. Eres lo mejor de esta sencilla vida de pintor y quería dedicarte esto que con tanto amor he logrado pintar.
No dejes de quererme nunca.

                                                                                           

                                                                         A Mery, el lugar más maravilloso de la tierra.